La ingeniera valenciana que está creando fibra óptica ‘ultrarrápida’
Su proyecto, bautizado como InnoSpace, intentará batir esa frontera. La ingeniera explica que la velocidad máxima de la fibra óptica actual es de 100 terabytes por segundo, cifra que los investigadores ya han superado. El objetivo de Gasulla es diseñar, fabricar, demostrar y probar toda una nueva generación de cables más rápidos y eficientes. Se trata de una meta ambiciosa por necesidad: las becas ‘consolidator’ sólo se conceden a ideas con un factor de riesgo que espantaría a empresas e inversores pero que vale la pena intentar, y que sin el apoyo del ERC jamás saldrían adelante.
La tecnología supondrá una mayor velocidad para el usuario final, pero no es eso lo más interesante del proyecto según Gasulla. “Estas nuevas fibras, además de distribuir la señal de radio que llega a nuestros dispositivos, permiten procesarla. Esto abre nuevas funcionalidades que se necesitarán en las comunicaciones de los próximos años, como el 5G y el internet de las cosas”. En otras palabras, una fibra óptica ‘dos en uno’ más orientada a dar soporte a las comunicaciones móviles.
Hablamos de cables, pero el trabajo de Gasulla también repercutirá en nuestros ‘smartphones’. “Las comunicaciones móviles requieren apoyo físico, porque desde la oficina a central hasta las antenas necesitas fibra óptica. Es una fusión y aunque mi especialidad sea la fibra necesito saber también de comunicaciones móviles”, aclara la investigadora.
Gasulla trabajará con dos tipos de fibra óptica muy nuevas, cuya posible aplicación es objeto estudio desde hace un lustro. Las llamadas ‘multinúcleo’ y de ‘pocos modos’ permitirán transmitir mucho más dentro de una misma fibra, ahorrando en tamaño, peso y coste. Pero diseñar estos hilos para que hagan las tareas de procesado y transmisión al mismo tiempo no es una tarea fácil: “Al fabricarlas podemos encontrar problemas que ahora se ignoran, porque no se ha hecho esto antes”.
El proceso será largo y caro. Algunas de las fibras serán fabricadas en la UPV, mientras que otras verán la luz a través de colaboraciones con proveedores europeos. La investigadora comenta que la novedad de esta tecnología hace que resulten caras de fabricar: “Muchas se desconocen y todavía hay que investigarlas”. Pero Gasulla no sólo destinará el dinero recibido a la fabricación de los cables, sino que también contratará a cinco personas.
Gasulla es también una investigadora precoz: además de doctorarse en 2008, con 27 años, ha logrado una beca ‘consolidator’ del ERC, cuyos destinatarios suelen rondar la cuarentena. ¿Acabará trabajando para un gigante de las telecomunicaciones? “Me gusta desarrollar algo nuevo, no me gustan los trabajos monótonos”, asegura. Mientras algunos todavía peleamos con el ADSL, esta ingeniera valenciana ya trabaja para llevar las telecomunicaciones a su siguiente nivel.
Fuente: elconfidencial.com